Nuevos amigos en enero
Era el comienzo de un nuevo curso escolar, y la familia de Rosco se estaba preparando para su primer día. Todos estaban entusiasmados: hacía demasiado tiempo que no se veían después de haber estado fuera de casa durante las vacaciones.
Pero mientras recogían sus cosas para volver a la escuela, Rosco se dio cuenta de que algo extraño ocurría en la puerta de al lado. Había una camioneta aparcada con las ventanillas bajadas, ¡y podía distinguir unos fuertes ladridos procedentes del interior! Corrió hacia allí para ver de cerca lo que ocurría…
Cuando llegó, vio a dos adorables cachorros que asomaban la cabeza por la ventanilla. Ambos saltaron al suelo y empezaron a correr en círculos como locos. ¡Parecía que estaban muy contentos de ser libres! Mientras se ladraban salvajemente el uno al otro, Rosco no pudo evitar sonreír: ¡estos pequeños debían de haber llegado hoy aquí!
Se apresuró a preguntar a su padre si podía quedárselos como mascotas y, por suerte, sus padres aceptaron. Así que ese mismo día, Rosco dio la bienvenida a su vida a dos nuevos amigos peludos: un Labrador Retriever negro llamado Coco y un Golden Retriever llamado Buddy. A partir de entonces, los tres se hicieron rápidamente inseparables; siempre jugando juntos en el patio trasero o echando siestas en el interior cuando hacía demasiado calor fuera.
La familia de Rosco no tardó en darse cuenta de la gran aportación que hacían Coco y Buddy a sus vidas: no sólo llevaban mucha alegría a todas partes, sino que también enseñaban a todo el mundo lo que es la amistad a través de su amor incondicional entre ellos. Esto hizo que todos se dieran cuenta de lo importante que es valorar cada momento que se pasa junto a los seres queridos, ¡por pequeño o grande que sea!
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