Había una vez un valiente caballero llamado San Jorge. Vivía en un reino lejano, donde vivió muchas aventuras.
Un día, mientras cabalgaba por la campiña en su fiel caballo, oyó un horrible rugido procedente del bosque cercano. ¡Al mirar más de cerca, San Jorge vio que en realidad era un dragón que respiraba fuego! El dragón estaba asustando a todos los habitantes del pueblo y parecía que nadie sabía cómo detenerlo.
San Jorge decidió que eso era algo que sólo él podía hacer, así que, sin dudarlo, ¡desenvainó su espada y cargó contra el dragón de frente! A pesar de tener miedo del aliento ardiente de la bestia, San Jorge se mantuvo firme y se enfrentó a él con valor y determinación.
¡La batalla se prolongó durante horas hasta que finalmente San Jorge consiguió matar al dragón con una última estocada de su espada! Todos los habitantes de la ciudad celebraron su victoria sobre una criatura tan malvada, ¡pero nadie aplaudió más fuerte que el propio San Jorge!
Pero de repente, de la nada, apareció otra sorpresa: una hermosa princesa salió de detrás de unos arbustos con aspecto muy aliviado, pero también agradecido, al ver a su nuevo héroe de pie, victorioso sobre el dragón derrotado. Le agradeció que le hubiera salvado la vida dándole un regalo mágico: le dijo que siempre que necesitara ayuda o valor sólo tenía que gritar tres veces «¡Salve San Jorge» y ella vendría corriendo!
Satisfecho con su buena acción por hoy, San Jorge volvió a casa sintiéndose orgulloso de lo que había conseguido.
A partir de ese día, la gente de todo el país empezó a hablar de la valentía con la que San Jorge luchó contra los dragones . Durante años se contaron historias de cómo el heroico Sir George luchó sin miedo contra los dragones; ¡cada historia era más poderosa que la anterior! ¡Así que ahora, cuando oímos hablar de caballeros que luchan contra dragones, recordamos a nuestro héroe SirGeorges, que nos salvó valientemente a todos!
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