Había una vez tres Mabels, que vivían en diferentes partes del mundo. La primera Mabel vivía en Estados Unidos, la segunda en Australia y la tercera en Inglaterra.
Un día, las tres Mabels se encontraron juntas en una aventura que ninguna de ellas esperaba: ¡se tropezaron con un viejo procesador de alimentos abandonado! Intrigados por este extraño hallazgo, decidieron llevárselo a casa y ver qué pasaba si intentaban utilizarlo.
A la mañana siguiente, cada una de las Mabel puso sus propios ingredientes en su propio robot de cocina: La Mabel americana añadió tomates, zanahorias y apio; la Mabel australiana añadió patatas, cebollas y pimientos; y, por último, la Mabel inglesa puso unos champiñones en el suyo. Las tres pulsaron el botón de inicio a la vez, ¡esperando nada más que un desastre! Pero, en cambio, ocurrió algo mágico… cuando abrieron las tapas después de 10 minutos de cocción, ¡salió una sopa con un olor delicioso!
Curiosos por saber por qué esta sopa olía tan bien en comparación con cualquier otra cosa que hubieran cocinado antes, la probaron… ¡Era increíble! Cada bocado parecía estar lleno de alegres estallidos de sabor que les hacían sentirse increíblemente felices por dentro. ¡Pronto los 3 se dieron cuenta de que esto debía ser debido a los poderes mágicos que contenía su recién adquirido Procesador de Alimentos!
Los 3 mabeles no tardaron en darse cuenta de lo especial que era esta Sopa para hacer feliz a la gente a través de su sabroso sabor. Así que, a partir de entonces, cada vez que alguno de ellos se sintiera deprimido o triste, se aseguraría de preparar una tanda de deliciosa sopa de buen tiempo para todos los que les rodeaban (¡e incluso para los que estaban lejos!). Y todas las personas salían siempre sintiéndose mucho mejor de la vida después 🙂

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