Había una vez un anciano que tenía tres hijas. Todas eran muy hermosas y de buen corazón, pero la hija menor era la más bella de todas.
Un día, su padre se fue de viaje a visitar a unos amigos que estaban muy lejos. Antes de partir, dijo a sus hijas «Aseguraos de mantener vuestra casa en buen estado mientras yo esté fuera».
Las dos hermanas mayores mantuvieron la casa limpia y ordenada; se aseguraron de que todo estuviera perfecto antes de que su padre volviera a casa. Pero la hermana menor no tenía tanto cuidado como sus hermanas: ¡siempre se pasaba el día fuera jugando con los animales en lugar de limpiar!
Cuando el anciano regresó de su viaje, preguntó a cada una de sus hijas cómo habían mantenido la casa mientras él no estaba. Las dos mayores le mostraron con orgullo sus pulcras habitaciones llenas de muebles brillantes y ventanas relucientes, pero cuando se trataba de la habitación de la hija menor… ¡parecía un completo desorden!
El anciano se enfadó tanto que declaró que ella ya no merecía vivir en su casa, ¡así que se fue sola al bosque!
Al caer la noche, nuestra pequeña heroína se encontró perdida en un bosque encantado lleno de extrañas criaturas y plantas misteriosas. De repente, de detrás de un árbol salió un ser mágico: ¡no era otro que Rumpelstiltskin! Le ofreció cobijo para la noche si conseguía adivinar su nombre por la mañana…
Después de pasar muchas horas probando todas las combinaciones de nombres imaginables, nuestra joven protagonista acabó dando con el verdadero nombre de Rumpelstiltskin justo cuando amanecía en el horizonte: ¡»Rumpelstiltskin», gritó triunfante nuestro valiente héroe! Con este conocimiento a buen recaudo, Rumpelstiltskin concedió a nuestra heroína un salvoconducto para salir de este oscuro bosque y no volver nunca más…
Al regresar a casa después de tan accidentada aventura, nuestra joven princesa no pudo evitar sentirse aliviada por haberse reunido de nuevo con su familia, pero también bastante avergonzada por haber montado semejante lío antes de salir a toda prisa ese mismo día…
A partir de entonces, las cosas cambiaron mucho para todos los implicados: La hija menor tuvo un cuidado especial al cuidar de su casa a partir de entonces, mientras que papá incluso recompensó a ambas niñas con regalos por todo su duro trabajo a lo largo de esta increíble historia….el final
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