Había una vez un niño llamado Lucky al que le encantaba hornear. Siempre le habían dicho que tenía potencial para ser un gran pastelero algún día, así que cuando se enteró de que se iba a celebrar el Gran Concurso de Tartas, decidió que había llegado el momento de demostrar sus habilidades en la repostería.
Lucky probó todo tipo de recetas para prepararse para el concurso, pero nada parecía estar bien. Todas las ideas de pasteles que se le pasaban por la cabeza le parecían demasiado simples y ordinarias: ¡seguramente todos los demás tendrían las mismas ideas! Tras varios días de lluvia de ideas sin suerte, Lucky empezaba a desanimarse hasta que, por fin, el último día antes de la fecha de entrega de los trabajos, se le ocurrió una idea: ¿y si pudiera hacer algo diferente? ¿Algo especial?
Rápidamente se puso en marcha y pronto terminó de hacer dos hermosos pasteles: uno redondo como un girasol con glaseado amarillo brillante y pequeños trozos de chocolate en los bordes; y otro con forma de avión hecho con glaseado de fondant blanco y decorado con rayas rojas y chispas grises. También escribió descripciones de cada pastel junto con los motivos por los que deberían ganar el primer puesto en sus respectivas categorías.
Llegó la mañana del concurso y Lucky se dirigió nervioso a entregar sus tartas junto a otros muchos pasteleros con talento de toda la ciudad. A medida que los jueces inspeccionaban cada una de las propuestas, quedó claro que cada categoría estaba llena de creaciones únicas, ¡aunque todos tuvieran ideas similares al principio! Pero por mucho que Lucky deseara ganar el primer puesto por ambas tartas, en su lugar ganó otra persona…
A pesar de no llevarse a casa ningún premio ese día, Lucky se sintió orgulloso al saber el esfuerzo que había hecho para crear algo realmente especial, sin renunciar a sí mismo ni copiar las ideas de los demás. Cuando regresó a casa esa noche, después de recibir algunos abrazos muy merecidos de los miembros de su familia que le animaban durante esta aventura, se dio cuenta de que tal vez tener conversaciones en casa sobre la comida con los amigos
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