Alicia a través del espejo
Había una vez una niña llamada Alicia. Tenía una imaginación hiperactiva y a menudo se perdía en sus sueños. Una mañana de verano, mientras estaba sentada a la sombra de un viejo roble, se encontró de repente transportada a un nuevo y extraño País de las Maravillas, lleno de personajes familiares de canciones infantiles.
Alicia miraba asombrada a su alrededor mientras las criaturas de todo tipo de cuentos poblaban el paisaje que tenía delante. Había Humpty Dumptys encaramados a las paredes, Little Bo Peeps paseando por jardines de flores florecientes y Jacks saltando sobre candelabros. Dondequiera que mirara Alicia parecía haber algo nuevo y emocionante que explorar.
Aunque este lugar le resultaba extrañamente familiar a Alicia, también la hacía sentirse bastante inquieta. Conocía a algunos de estos personajes por los cuentos que le contaban sus padres a la hora de dormir, pero aquí parecían demasiado bondadosos, lo que hizo que Alicia se preguntara si realmente se podía confiar en este mundo. A pesar de sentirse tentada por su belleza y creatividad, Alicia decidió que era mejor evitar el peligro de los extraños, así que continuó con cautela, como si pisara sobre cáscaras de huevo.
Mientras se adentraba en el corazón del sendero del jardín que se enroscaba como una serpiente que se consume su propia cola, pronto se encontró con Tweedledum y Tweedledee, que la recibieron calurosamente con los brazos abiertos. Le contaron a Alicia sus aventuras en esta maravillosa tierra donde todo es posible, ¡incluso las tazas de té voladoras o las orugas parlantes! Todas estas increíbles experiencias hicieron que Alicia se sintiera abrumada y a la vez emocionada por lo que le esperaba…
De repente, de detrás de una de las setas gigantes salió nada más y nada menos que el mismísimo Gato de Cheshire, con una amplia sonrisa de oreja a oreja mientras les pedía en silencio que le siguieran por la madriguera del conejo. Y así lo hicieron; cada paso los acercaba a un futuro inesperado lleno de infinitas posibilidades…
El final
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