Mi tiempo interior
Había una vez una niña llamada Maddie. Tenía unos ojos azules brillantes y le encantaba pasar tiempo con su abuela. Un día, le pidió a su abuela que le contara algo especial sobre el tiempo.
«Abuela, ¿qué es el tiempo interior?» preguntó Maddie.
Su abuela sonrió y dijo: «El tiempo interior es lo que sientes dentro de tu corazón y de tu mente, ¡es como el cielo de tu alma!».
Maddie pensó un momento antes de preguntar: «¿Puedes contarme más sobre eso? No estoy segura de entenderlo».
La abuela asintió y tomó las dos manos de Maddie entre las suyas. «El tiempo interior puede ser soleado en un momento y tormentoso al siguiente», explicó la abuela con suavidad. «Puede cambiar de feliz a triste o enfadado en unos instantes, ¡como el tiempo de la vida real!»
Maddie miró a su abuela con los ojos muy abiertos mientras procesaba esta nueva información. Entonces, de repente, sonrió alegremente y dijo: «¿Así que si me siento mal a veces no pasa nada porque mi tiempo interior cambiará pronto?» Su abuela le guiñó un ojo y respondió: «¡Exactamente! Y no olvides que, sea cual sea el tiempo interior que tengas hoy, no permanecerá para siempre, así que sigue mirando hacia adelante, hacia días mejores».
Maddie abrazó fuertemente a la abuela antes de salir corriendo a jugar fuera mientras cantaba una canción sobre el sol bajo el cielo nublado, recordándose a sí misma (y a los demás) que incluso en los días lluviosos podemos encontrar la alegría si la buscamos lo suficiente.
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