Había una vez una niña a la que le encantaba montar en el carrusel de su parque local. Se pasaba horas mirando cómo daba vueltas y vueltas, contemplando todos sus brillantes colores y el sonido de las risas que llenaban el aire. Cada vez que se subía, tenía ganas de volar.
Los niños de 4 años aplaudían con alegría al ver a sus caballos favoritos dar vueltas y más vueltas. Extendían las manos hacia ellos, soñando con poder tocarlos algún día. Los niños de 7 años eran más atrevidos; les gustaba ponerse de pie sobre el lomo de su caballo y fingir que cabalgaban hacia alguna tierra lejana.
Para todos los públicos Poemas para niños:
Montando en mi tiovivo
girando tan rápido que estoy atado;
Mi corazón se acelera de alegría –
¡Este mágico paseo es un espectáculo!
Poemas para niños:
La rueda que gira va cada vez más rápido,
Pasando por encima de cada maestro del carrusel;
Atravesando esta noche mágica – ¡Esta emocionante atracción me deleita!
Poemas con rima:
Me balanceo de un lado a otro, dando vueltas y vueltas como un reflujo.
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