Érase una vez una familia de cuatro miembros que vivía en el campo. Un día de otoño, papá decidió llevar a sus dos hijos, Tim y Laura, a una aventura en el bosque cercano.
Las hojas cambiaban de color, pasando del verde al amarillo, el naranja y el rojo, mientras avanzaban por el bosque. Papá les contó que las castañas crecían en los árboles y les preguntó si querían intentar encontrarlas. Tim y Laura estaban muy emocionados.
Buscaron por todas partes hasta que finalmente encontraron un gran castaño con un montón de castañas maduras listas para ser recogidas debajo de él. ¡Apenas podían creer su suerte!
Mientras seguían caminando por el bosque, disfrutaron mirando todo tipo de cosas interesantes, como pequeñas setas que crecían en los troncos y coloridas bayas otoñales que colgaban de las ramas por encima de ellos. Incluso había unos bonitos pájaros que piaban en los árboles.
Después de lo que parecieron horas de explorar las maravillas de la naturaleza, papá dijo que era hora de volver a casa con su bolsa llena de tesoros, pero no sin antes admirar una última y hermosa vista de las hojas doradas que brillaban bajo el sol poniente. ¡Había sido una tarde muy divertida para todos!
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