La abuela en una playa ventosa
Había una vez una niña llamada Emily y su abuela, la abuela. Eran muy amigas y les encantaba pasar tiempo juntas.
Un día, decidieron ir a la playa para divertirse al sol. Cuando llegaron a la playa, ¡hacía tanto viento que todas sus cosas se las llevaba el viento! Emily y la abuela tuvieron que agarrarse con fuerza para no ser arrastradas por el fuerte viento.
Después de luchar contra el viento durante un rato, Emily sugirió que construyeran castillos de arena con cualquier material que pareciera estar disponible a su alrededor: palos de los árboles cercanos, piedras de la costa o conchas de criaturas marinas que hubieran visitado esta parte de la tierra antes que ellas. La abuela aceptó de buen grado y pronto ambas se sumergieron en proyectos creativos llenos de imaginación.
¡Los dos se pasaron horas construyendo castillos con fosos a su alrededor que se llenaban en minutos debido a las olas que chocaban contra sus paredes! Mientras construían estructuras cada vez más elaboradas sobre esos cimientos, las conversaciones entre la nieta y la abuela fluyeron sin cesar sobre las pequeñas alegrías de la vida y las historias familiares, hasta que finalmente cayó la noche sobre el horizonte de la playa.
Con las estrellas centelleando sobre sus cabezas como diamantes sobre telas de terciopelo oscuro, tanto Emily
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