Érase una vez una princesa india llamada Lakshmi que era valiente y amable. Tuvo muchos pretendientes de tierras lejanas, pero no eligió a ninguno de ellos como marido porque quería casarse con alguien que realmente encarnara el valor y la bondad.
Un día, mientras caminaba por el bosque, Lakshmi tropezó con un hermoso lago de aguas cristalinas. Cuando se acercó a la orilla del lago, ocurrió algo extraño: ¡un pez gigante salió del agua! El pez le habló con una voz profunda: «Soy el príncipe Karan y he sido maldecido por una bruja malvada. Debo pasar cada noche como un pez hasta que vengas aquí y te quedes conmigo durante una noche».
Lakshmi se asustó al principio, pero decidió que sería un error abandonarle cuando más necesitaba ayuda, así que aceptó quedarse con él durante una noche a pesar de su miedo. Aquella noche le pareció una eternidad, ya que Lakshmi permaneció junto al príncipe Karan, pero finalmente llegó la mañana, lo que indicaba que su tiempo juntos había llegado a su fin. Para su sorpresa, en lugar de volver a su forma de pez, Karan se transformó en un apuesto príncipe. Alborozada por su transformación, Lakshmi se dio cuenta de que todo el tiempo había dicho la verdad sobre su maldición.
El príncipe Karan agradeció a Lakshmi su valentía al permanecer a su lado durante las largas horas de oscuridad y le preguntó si podía tomar su mano en matrimonio. Con lágrimas en los ojos, la princesa aceptó felizmente. Todo el mundo celebró con alegría su unión, que marcó el fin de la maldición una vez
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