Érase una vez un joven príncipe testarudo que se había cansado de la vida real. Decidió abandonar su hogar y buscar aventuras en el mundo.
Un día, mientras vagaba por un bosque, tropezó con un viejo puente que le condujo a una cueva. Dentro de la cueva había un troll malvado que ofreció al príncipe trabajo a cambio de monedas de oro. Como no quería defraudar a sus padres ni arriesgarse a que le enviaran de vuelta a casa, aceptó y empezó a trabajar como sirviente del trol.
El príncipe trabajaba duro cada día, pero pronto se sintió muy solo, sin familia ni amigos a su alrededor. Una noche, cuando todo parecía perder la esperanza para él, oyó un canto procedente del exterior de la cueva. Siguiéndolo hasta el bosque cercano, encontró su origen: una hermosa doncella cuya voz era tan dulce que hizo que su corazón se hinchara de alegría.
Los dos se enamoraron rápidamente y pasaron muchos días juntos explorando su nuevo paraíso en compañía del otro, hasta que una fatídica mañana fueron sorprendidos por el malvado trol. Enfadado por esta traición a la confianza, los maldijo a ambos con la separación eterna, a menos que encontraran el verdadero valor dentro de sí mismos; sólo entonces podrían reunirse de nuevo…
Pero el amor es más fuerte que el miedo, por mucha distancia que exista entre dos personas, y finalmente nuestro valiente Príncipe reunió el valor suficiente para enfrentarse a sus miedos. Con una nueva fuerza detrás de sus palabras, se enfrentó al propio Troll y se liberó de la servidumbre para siempre, antes de reunirse por fin con la Doncella Maestra… ¡Y así, nuestra pareja de enamorados volvió a encontrar la felicidad juntos!
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