Había una vez tres niños valientes, Susie, Tomás y Marcos. Vivían en una casa cerca del bosque, que estaba llena de sorpresas. Un día oyeron ruidos extraños procedentes de su sótano. Cuando abrieron la puerta para investigar, ¡salió un enorme dragón!
El dragón llevaba un tiempo metido en el sótano y parecía muy agitado. Los niños sabían que tenían que domar a esta bestia salvaje antes de que causara demasiados problemas en el pueblo. Así que Susie utilizó su imaginación creativa para idear la mejor manera de hacerlo. Sugirió que se hicieran amigos del dragón ofreciéndole comida y golosinas cada día hasta que se sintiera cómodo con ellos y aprendiera a confiar en ellos como su nueva familia.
Así que cada día, durante dos semanas seguidas, Thomas bajaría al sótano armado con frutas como manzanas y naranjas, mientras que Mark llevaría varios tipos de carne y otras golosinas como caramelos o juguetes, cualquier cosa que pudiera encontrar y que pudiera llamar la atención del dragón para que pudieran empezar a construir su amistad juntos.
Susie también pensó en otra forma de ayudar a calmar a su nuevo amigo; decidió crear historias sobre dragones utilizando tiza en trozos de papel o cajas de cartón que había por ahí para mantenerlo entretenido mientras comía o simplemente pasaba el rato durante sus días en casa con ellos. Esto tuvo éxito, ya que pronto no sólo dejó de intentar escapar, sino que empezó a disfrutar del tiempo que pasaba en compañía de estos tres jóvenes aventureros que lo habían acogido bajo su ala.
Al ponerse en su lugar (¿o en sus garras?) y tratarlo con respeto y amabilidad, en lugar de con miedo, al final todos fueron capaces de desarrollar empatía entre ellos, algo que fue sorprendente y a la vez increíblemente gratificante para todas las partes implicadas. Con el tiempo se crearon aún más recuerdos maravillosos entre estos cuatro improbables compañeros, lo que demuestra una vez más lo poderosa que puede ser la creatividad cuando se trata de resolver problemas, por grandes o pequeños que sean, especialmente cuando se combina con la compasión.
Deja una respuesta