Había una vez una niña llamada Zanele que estaba llena de curiosidad. Tenía grandes sueños y le encantaba explorar el mundo que la rodeaba.
Todos los días, la familia de Zanele le decía que los números estaban por todas partes en la naturaleza, desde las estrellas del cielo hasta las hojas de los árboles. Pero Zanele no estaba muy segura de si esto era cierto o no.
Un día, mientras paseaba por un parque cercano a su casa, se dio cuenta de algo peculiar: Dondequiera que mirara parecía haber números. Desde los pájaros 1-2-3 posados en las ramas de los árboles hasta las hormigas 4-5-6 que marchaban por la acera, ¡parecía que toda la naturaleza estaba formada por números!
Zanele no tardó en darse cuenta de que todo tenía algún tipo de número asociado, ya fuera el peso de un animal o el número de pétalos de una flor. Aunque no pudiera verlos a primera vista, ¡seguro que estaban en alguna parte!
A partir de entonces, cada vez que alguien le decía a Zanele que «los números están en todas partes», ella sabía exactamente a qué se refería. Los números existen realmente en cada parte de nuestro mundo natural, sólo tenemos que mirar con suficiente atención y utilizar nuestra creatividad para encontrarlos.
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